La Comisión Presidencial de Bioética presenta resultados de su investigación histórica acerca

La Comisión Presidencial de Bioética presenta resultados de su investigación histórica acerca
de estudios sobre enfermedades de transmisión sexual realizados por el Servicio de Salud de los
Estados Unidos en Guatemala durante los años cuarenta.

13 de septiembre de 2011

WASHINGTON, D.C. – Hoy, la Comisión Presidencial para el Estudio de Asuntos de Bioética, presentó públicamente los resultados de su histórica investigación sobre los estudios llevados a cabo por el Servicio de Salud de los Estados Unidos en Guatemala en la década de los cuarenta, después de haber completado la redacción y entrega de su informe ante la Casa Blanca.

Dicho estudio conllevó la exposición e inoculación intencional de enfermedades de transmisión sexual en poblaciones vulnerables, sin el consentimiento de los participantes.
 

“Desde el punto de vista de la Comisión, los experimentos de Guatemala entrañaron inconcebibles violaciones básicas de la ética, aún juzgándolos de acuerdo con el propio reconocimiento de los requisitos de la ética médica de esa época por parte de los investigadores”, sostuvo la Dra. Amy Gutmann, presidenta de la Comisión. “Las personas que aprobaron, llevaron adelante, facilitaron y financiaron estos experimentos son moralmente culpables de estas injusticias en varios grados”.
 

Como consecuencia de las revelaciones efectuadas hacia fines del año pasado, acerca de que el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos patrocinó investigaciones médicas sobre enfermedades de transmisión sexual en Guatemala, entre los años 1946 y 1948, el presidente Obama encomendó a la Comisión que supervisara una profunda investigación de los hechos para determinar los detalles específicos del estudio.

El informe completo, Éticamente imposible: Investigación sobre enfermedades de transmisión sexual en Guatemala desde 1946 hasta 1953, también incluye el análisis ético del caso por parte de la Comisión. Este informe ha sido publicado en el sitio web www.bioethics.gov.
 

“Lo mejor que podemos hacer cuando nos enfrentamos con un capítulo oscuro como éste es sacarlo a la luz. El trabajo de la Comisión se centró en proporcionar un análisis ético sin concesiones tanto para honrar a las víctimas como para garantizar que nunca vuelva a suceder”, dijo Gutmann. “Nuestro compromiso con la identificación de todos los hechos del caso nos ayudará a asegurar que, de aquí en adelante, las normas actuales protejan a los participantes en investigaciones contra lesiones o tratamientos faltos de ética, independientemente del lugar donde se desarrolle la investigación.”

El personal de la Comisión analizó detalladamente más de 125.000 documentos originales y aproximadamente 550 fuentes secundarias recopilados de diversos archivos públicos y privados de Guatemala. El equipo de trabajo de la Comisión realizó un viaje a ese país para analizar los hechos en donde ocurrieron y mantuvo reuniones con el comité de investigación interno de ese país.

La Comisión concluyó que se realizaron análisis de diagnóstico, los cuales incluyeron tomas de muestras de sangre y punciones lumbares, a 5.500 reclusos, pacientes psiquiátricos, soldados, trabajadores sexuales, huérfanos y niños en edad escolar de Guatemala. De ellos, los investigadores deliberadamente expusieron a unos 1.300 reclusos, pacientes psiquiátricos, soldados y trabajadores sexuales a enfermedades de transmisión sexual como sífilis, gonorrea o chancroide.
 

"Se puede juzgar a una civilización por la manera en que trata a sus habitantes más vulnerables", expresó Gutmann. "Es nuestra responsabilidad moral cuidar a aquellos que no pueden protegerse por sí mismos, y es evidente que en este oscuro capítulo de nuestra historia médica, lamentablemente, hemos fallado en honrar ese pacto. El equipo de investigación en Guatemala y sus supervisores inmediatos tenían una libertad considerable para diseñar y realizar experimentos individuales. Existe importante evidencia que demuestra los esfuerzos de los investigadores para permitir, hasta donde fuera posible, que sólo quienes realizaban o supervisaban directamente las actividades tuvieran conocimiento de ellas", dijo Gutmann.
 

La investigación minuciosa de miles de páginas de historias clínicas relacionadas con tratamientos y seguimientos indica que, como mínimo, 83 personas fallecieron, aunque es incierta la relación exacta entre los procedimientos experimentales y la muerte de esas personas.

Un dato clave en la denuncia de las conclusiones de la Comisión sobre culpabilidad moral fue el descubrimiento de que varios de los mismos investigadores habrían llevado a cabo experimentos similares que conllevaron la inoculación intencional de gonorrea en reclusos, en Terre Haute, Indiana, en 1943. En los experimentos de Terre Haute, los investigadores hicieron lo posible para obtener el consentimiento de los participantes: informaron plenamente a los prisioneros quienes, a su vez, se ofrecieron como voluntarios y dieron su consentimiento informado. Pocos años después, los mismos investigadores en Guatemala, no procuraron el consentimiento de los participantes.

“¿Por qué es importante Terre Haute? Sabemos que los investigadores procuraron el consentimiento de los participantes en Estados Unidos y omitieron esta norma ética fundamental en Guatemala. La doble moral es alarmante", dijo Gutmann.

"En Guatemala los investigadores trataron las normas vigentes como obstáculos a superar. Debemos asegurarnos de que en la actualidad no se consideren las normas éticas y reglamentaciones vigentes como impedimentos para la investigación, sino que se entiendan como los cimientos para la protección de todos nosotros", manifestó Gutmann.
 

Con la conclusión de esta investigación histórica, la Comisión ahora dirige su atención al trabajo continuo de revisión de las normas contemporáneas que protegen a los seres humanos participantes en investigaciones. Ese informe debe presentarse al Presidente en diciembre.

###

This is a work of the U.S. Government and is not subject to copyright protection in the United States. Foreign copyrights may apply.